La Fundación V Encuentro Mundial de la Familia (FVMF) operó al margen de la legalidad en las contrataciones realizadas para la organización de la visita del Benedicto XVI a Valencia en 2006, y afloró un agujero de casi cinco millones de euros en 2010, cuando se vio forzada a admitir la procedencia pública de parte de su patrimonio y a reconocer deudas con constructoras contratistas. La entidad, que ha estado bajo el foco de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía por el eje de una de las tramas del caso Gürtel, recurrió a la ingeniería contable durante años para no computar gastos y deuda contraídos con algunas empresas y retrasar a su vez el reconocimiento de su naturaleza pública con el objetivo de escapar del control y fiscalización de los técnicos de la Generalitat valenciana.
elconfidencial.com