Las reformas que se realizan en la ciudad, la tala de árboles y la mala elección de algunas especies desprotegen a los ciudadanos en pleno verano.Las reformas que se realizan en la ciudad, la tala de árboles y la mala elección de algunas especies desprotegen a los ciudadanos en pleno verano, contribuyen al aumento de la temperatura y deterioran la imagen de la capital.
La tala de árboles que durante estos días está realizando en Gran Vía y Fernando el católico una empresa contratada por Los Tranvías de Zaragoza, que tiene previsto cortar hasta medio centenar de ejemplares dañados durante las obras de instalación de las vías y catenarias, ha dejado al descubierto amplias zonas desprotegidas del sol y la evidencia de que en muchas calles de la capital aragonesa escasean las sombras.
En pleno agosto, con una ola de calor detrás de otra, los ciudadanos y turistas que se aventuran a salir a la calle cuando los termómetros rozan -e incluso superan- los 40 grados deben elegir bien sus recorridos para evitar algunas de las zonas en las que preciadas sombras brillan por su ausencia. Las muchas obras que se han realizado en Zaragoza durante los últimos años, talas masivas como la del eje del tranvía y el desacierto en la elección de algunas de las especies que se plantan en las calles de la capital han incrementado un problema que adquiere especial importancia en una de las ciudades más calurosas de España.
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