La caída del centenario laurel de Torrero el pasado 6 de junio no ha quedado exenta de polémica. Al parecer, los restos ya despedazados del árbol de 17 metros de altura estuvieron a punto de ser trasladados al vertedero de la ciudad, algo que hubiese hecho imposible su conversión en escultura como demandan desde hace años los vecinos del sector.
El laurel de Torrero el pasado 6 de junio desplomado en el suelo. - Foto: AVV LA PAZMiembros del comité de empresa de FCC Parques y Jardines aseguraron que el protocolo que se sigue "siempre" que un árbol se derrumba en la ciudad es que sea troceado por los bomberos y después los operarios de Parques y Jardines lo trasladen hasta el vertedero. La suerte estuvo de parte del laurel, ya que el día anterior a su caída desde el vertedero denegaron la entrada a un olmo troceado porque los tacos superaban el tamaño máximo aceptado. Por este motivo, los operarios de Parques y Jardines --que no habían sido informados de que debían guardar los restos del laurel centenario-- evitaron la negativa del vertedero y no se trasladaron hasta las instalaciones de La Cartuja al ver que los bomberos habían cortado el árbol ya muerto en trozos de casi dos metros de largura. Así, llevaron las maderas hasta el vivero municipal situado en el Parque Grande, donde están guardadas bajo llave tras la alerta de un inspector municipal que conocía la situación del ejemplar.