La aprobación de la reforma laboral en febrero de 2012 provocó un terremoto en el mercado del trabajo. Cambiaron las reglas del despido y de la contratación, y los sueldos sufrieron un retroceso generalizado, especialmente entre quienes aspiran a conseguir por vez primera un empleo. De manera paralela se produjo una modificación en el ámbito de los conveniosLos de empresa ganaron peso sobre los sectoriales y las condiciones que recogen dejaron de ser tan innegociables como antes. Este año es el primero en que los primeros empiezan a despuntar, según los datos del Instituto Aragonés de Estadística.

Los sectoriales, a la baja

Por su parte, la negociación de los convenios colectivos sectoriales en Aragón sigue a la baja. El año pasado se cerraron 72, una cifra que no ha dejado de caer cada curso (en 2011 fueron 104 y antes de la crisis, en 2008, se rubricaron 194).
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