Enormes y descomunales. Así define Antonio Rodríguez el tamaño de las ramas y de los árboles que pueblan la acera en la que se encuentra su vivienda, en la calle de Julián Sanz Ibáñez, en el barrio Delicias de Zaragoza. Imagino que el servicio de poda también se habrá recortado como consecuencia de la crisis, porque desde luego por aquí hace tiempo que no pasan a adecentar un poco algunos ejemplares”, comenta el zaragozano.
“La dejadez en el cuidado del barrio, bien sea por la crisis o por otras cuestiones, se deja notar en actuaciones de este tipo. Llevo viviendo aquí veinte años y los árboles nunca han estado así. Antes podaban con mayor periodicidad”, asegura Martínez.
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