FCC reconoce que tiene deudas de 298 millones con Hacienda y la Seguridad por aplazamientos en el pago del IVA, el impuesto de Sociedades y cotizaciones, según reconoce el grupo en el folleto de la ampliación de capital que ha publicado en la CNMV. En el apartado donde la empresa enumera los riesgos que pesan sobre su negocio y sus cuentas, FCC admite que “el incumplimiento del calendario de pagos acordado podría suponer perjuicios económicos”. Tal y como expone la constructora, que esta semana selló el acuerdo por el que el mexicano Carlos Slim se convierte en su primer accionista, su nivel de deuda “es importante”, con un total de 7.919 millones consolidados. Precisamente, uno de los objetivos de la ampliación de 1.000 millones que FCC confía en tener cerrada antes de Navidad es reducir la deuda que devenga los intereses más altos. Otro es devolver los fondos propios a terreno positivo y esquivar la insolvencia tras las pérdidas de los últimos ejercicios. A este respecto, FCC también reconoce que uno de los factores que le llevaron a números rojos, la bancarrota de la constructora austriaca Alpine en 2013, sigue siendo un factor de riesgo. Según explica la constructora, que ya ha provisionado 161,5 millones por su antigua filial, el caso sigue vivo en los tribunales austriacos, que juzgan si el concurso fue culpable o si se retrasó de forma deliberada, tal y como asegura la auditora contratada por los actuales administradores.