Agustín Lorenzo, vecino desde hace diez años del barrio La Jota, se llevó un susto importante mientras jugaba en el parque Royo del Rabal con su hijo de seis años hace unas semanas. "Se le quedó la pelota debajo de un banco, y al apoyarse en el asiento para cogerla, el banco se le volcó encima", relató este padre, que afortunadamente cuenta cómo el percance solo le produjo "un pequeño arañazo en la frente".
Solución parcial La denuncia ha conseguido sustituir dos papeleras - Foto:DIEGO SANTAOLALLAIndignado por el "abandono" del lugar habitual de esparcimiento de los vecinos, Agustín registró una queja a través del teléfono de atención ciudadana 010. En ella denunciaba lo ocurrido, el mal estado del mobiliario del parque y la falta de papeleras. "Los pies metálicos de los bancos están oxidados y por lo tanto ya no sujetan, lo que supone un peligro para los niños y para cualquiera que vaya al parque", expresó.
A su indignación se sumó la sorpresa al recibir la respuesta del consistorio zaragozano a su queja:"Se procede a colocar dos farolas de conteneur, una al lado de zona infantil y la otra en la farola más opuesta de los juegos" (sic) es el texto del primer email que recibió este vecino. Ante una respuesta surrealista y obviamente equivocada, repitió la queja, y ya el nuevo mensaje fue el esperado por parte del consistorio. Le pidieron disculpas por el error en la anterior manifestación y le informaron de que procedían a cambiar las papeleras en mal estado.