Un ejemplo de esa colaboración fue el barrio de San José, en cuya asociación se integró a finales de los setenta como asesor de urbanismo. Los vecinos reclamaban zonas verdes y equipamientos en los terrenos de la Granja y de la fábrica de Pina. En estos últimos, bajo la dirección de Lorenzo, se levantó el Jardín de la Memoria, recogiendo el sentir de los vecinos, que aportaron ideas y hasta el nombre del parque.
Se inauguró el 19 de marzo de 1992, con una fiesta popular a la que acudieron 10.000 personas. El espacio mantiene las históricas terrazas del barrio y a dos rincones se les puso el nombre de El huerto del Abuelo y la plaza de José Martí.
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