Tobogán oxidado en uno de los parques de Casetas.- Graffitis, calvas de hierba, alcorques vacíos, bancos deteriorados o toboganes oxidados. Es la imagen que presentan algunos de los parques y zonas verdes de Zaragoza. Una panorámica que se repite desde los barrios rurales como Casetas, Alfocea o Juslibol, hasta los que se ubican en el centro de la capital aragonesa, como el parque Bruil o el parque Grande José Antonio Labordeta.
Lejos de mejorar, esta situación tiene visos de agravarse con la huelga indefinida que los trabajadores de FCC Parques y Jardines han anunciado a partir del próximo 24 de abril para protestar por la reducción salarial del 21% aplicada por la empresa. La plantilla es consciente del deterioro de las zonas verdes de la ciudad y exige al Ayuntamiento de Zaragoza soluciones para hacer que la empresa cumpla con las condiciones establecidas en el pliego de condiciones.
“La reducción del sueldo del 21% supone cobrar 350 euros menos”, explica el secretario del comité de empresa de FCC Parques y Jardines, Juan Carlos Lahoz, quien asegura que para algunos compañeros implica “percibir 750 euros”. “Entendemos que esto es una agresión, y la libertad sindical y el derecho a defender nuestros intereses debe primar”, añade.
Mientras continúa gestándose el conflicto entre la dirección y los trabajadores, la calidad de los parques y, en última instancia, el bienestar de los ciudadanos sigue en juego. Para analizar la situación y frenar el deterioro que sufren los parques zaragozanos, el grupo municipal de Izquierda Unida presentó un informe al consejero de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, con supuestas irregularidades por parte de la contrata. Entre ellas, el informe señala la cesión de empleados de FCC Parques y Jardines a otras contratas.
aragondigital.es