Trabajadores de FCC, en imagen de archivo
Basura y hierba que crece a sus anchas. Es la imagen que presentan buena parte de los parques y espacios verdes de Zaragoza tras once días de huelga de los trabajadores de FCC Parques y Jardines. Unos paros que la plantilla inició el pasado 24 de abril para exigir a la multinacional que reconsidere la medida de reducir el sueldo de los empleados un 21%.
Los servicios mínimos del 28,3% que fijó el Ayuntamiento de Zaragoza no bastan para disimular los efectos de la huelga. Así, la basura hace acto de presencia en parques como el de Torrerramona, el parque Bruil o el Pignatelli, entre otros. El delegado del comité de FCC Parques y Jardines, Tomás Insa, ha asegurado que más allá de los desperdicios repartidos por estos espacios “donde más se está notando la huelga es en el césped, que está creciendo enormemente”. Circunstancias que, para Insa, ponen de manifiesto la "desidia" de la empresa ante unos parques que presentan un estado de "degradación" evidente.
Los efectos de la huelga de los trabajadores de FCC se han visto incrementados en los parques de la ciudad con el festivo del 23 de abril y el 1 de mayo que llevó a muchos ciudadanos a hacer uso de estos espacios. Insa ha advertido de que "con las altas temperaturas anunciadas para la próxima semana se va a notar más" ya que "el césped no se riega y ya hay zonas muy degradadas". "Ahora se tendría que estar recortando setos, regando, plantando en algunos sectores como Parque Grande y el paseo Constitución", ha señalado Insa.
diarioaragones.com