Protesta de los trabajadores de FCC en la plaza del Pilar. - Foto: EL PERIÓDICO
La posición de la empresa FCC en el conflicto laboral abierto con los trabajadores del mantenimiento de los parques y jardines de Zaragoza es inamovible y depende, tras 22 días de huelga indefinida, de la parte a la que esté dispuesto a renunciar el ayuntamiento de los 2,5 millones de euros anuales prometidos en inversiones en el servicio. Unas mejoras que multiplicaron en el concurso público la que ofrecían el resto de firmas licitadoras y que ahora se presenta como un elemento fundamental para poner fin al problema. Una negociación en paralelo, y de espaldas al comité de empresa, en la que cada paso que dé el consistorio se trasladará a la mesa de negociación. Para, renunciando a esa inversión adicional, minimizar ese recorte salarial del 21% que supone acudir al convenio estatal de jardineros.La contrata no parece dispuesta a moverse ni un milímetro de su posición, puesto que ya ha hecho saber a los responsables municipales que con las condiciones laborales anteriores a la adjudicación, y la rebaja de costes que suponía el nuevo contrato, el cumplimiento es "inviable" económicamente. Así lo aseveran fuentes próximas a la negociación, mientras se está haciendo caso omiso a la posibilidad de apretar a la empresa con la amenaza de la rescisión.Los trabajadores ya han contactado con todas las instancias del PSOE en Zaragoza y Aragón para hacer ver que el consistorio no está haciendo los deberes. Más de 200 incumplimientos han detectado ya en lo que va de año. Y nadie actúa. Además, las pitadas a las puertas del PSOE, como la realizada ayer, son ya una constante. Y el estado de los parques se agrava día a día, con más basura sin recoger y un deterioro a todos los niveles. Ayer volvieron a salir a la calle, con una protesta en las Murallas Romanas y un paseo por Rosales del Canal para hacérselo saber a los ciudadanos.